Con 19 años, saltaba 1.78 metros en altura, lanzaba 12.2
metros en peso y 36.6 en disco, era n jugador de baloncesto y de fútbol
americano, tanto que consiguió una beca de estudios como jugador de fútbol en
una de las mejores universidades. Un logro impresionante para un chico que
jugaba sin ninguna prótesis, pues estaban prohibidas en los partidos.
“Siempre sentí que podía hacer con una pierna lo que el
resto hacía con dos” ha afirmado Carl Joseph en diferentes ocasiones. Y es que
Joseph, actualmente entrenador del equipo de fútbol americano de un instituto
Pastor de Iglesia, rompió a finales de los 70 todas las normas establecidas.
La estructura del deporte para discapacitados era muy
diferente a lo que es ahora, y además, Joseph se negaba a no competir igual que
el resto de sus compañeros y amigos. “Nunca me he visto como un discapacitado. En mi casa nadie me
trataba así, por lo que siempre me consideré un chico normal” declara el ex
deportista. Joseph nunca consideró un impedimento para su vida diaria y para su
actividad física el haber nacido sin su pierna izquierda.
Su entrenador Bobby Frazier ha afirmado: “su impacto en sus
compañeros y en la manera en que jugaban a su lado era impresionante. Cuando
estábamos perdiendo y él estaba en el campo sabíamos que podíamos hacer
cualquier cosa. Me hubiera gustado ver qué hubiera podido hacer si le hubieran
dejado usar su prótesis”
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